Los Juegos Cabildo de Tenerife, un ejemplo de valores y juego limpio
Los Juegos Cabildo de Tenerife son un programa deportivo escolar con una gran tradición en la isla. Este año celebramos su trigésimo aniversario y los fundamentos siguen siendo los del primer día: la promoción de la actividad deportiva en el ámbito escolar y el fomento de la educación y la integración, incidiendo en aspectos como la igualdad, la solidaridad, la disciplina y el compañerismo. Se trata de que, a través del deporte, las niñas y los niños de la isla reciban una formación en valores e incluyan la actividad físico-deportiva en su vida cotidiana como hábito saludable.
El deporte, como herramienta educativa, debe ser capaz de promover una educación en valores a toda la sociedad en su conjunto, a través de las buenas prácticas, la deportividad y ejemplos positivos de comportamiento. Representa una magnífica preparación para la vida, ya que es capaz de potenciar los valores humanos más nobles y ofrece la posibilidad de redescubrir la autoconfianza, el trabajo en equipo, la superación personal, el valor del esfuerzo, la disciplina, el espíritu de excelencia y otras muchas virtudes extrapolables a la vida diaria.
El deporte es mucho más que una actividad física, sobre todo durante la edad escolar. Para niños y niñas la práctica del deporte supone disfrutar de un derecho – el derecho al juego y al esparcimiento – pero también cumplir con algunas de las responsabilidades más importantes como ciudadanos/as y como personas: respetarse y respetar a los demás por encima de todo, respetar las normas y resolver los conflictos desde la no violencia.
Lamentablemente, hay ocasiones en las que no parece que esto quede claro, y no tanto por parte de los y las protagonistas, sino en la mayoría de los casos por parte del público asistente, a menudo formado por padres, madres y familiares que pueden llegar a empañar el ambiente en los encuentros con subidas de tono en las protestas al árbitro o insultos hacia el equipo rival. Ante estas situaciones nos sentimos en la obligación de recordar que estamos en una actividad escolar y que somos las personas adultas las que debemos dar ejemplo a la cantera con nuestro comportamiento y entender que el respeto debe ser parte intrínseca del juego: el respeto hacia adversarios, compañeros/as, entrenadores/as, equipo arbitral y hacia el resto de la grada.
Está claro que la competitividad es un elemento más de la práctica deportiva y que se juega para ganar, pero hemos de aceptar la derrota con dignidad y, sobre todo, no contaminar la labor de los niños y las niñas que compiten, ya que su espíritu puede verse perjudicado por nuestra actitud en la grada o en el banquillo. Cuando vamos a un partido de nuestros hijos e hijas debemos seguir siendo un referente de compañerismo, de buen ganar y de saber perder.
El deporte puede ayudarnos a convertir el mundo en un lugar mejor. Queremos pedirte que lo utilices para desterrar la agresividad y las malas formas y promover valores tan importantes como la convivencia, la deportividad, la igualdad y la educación. Ayúdanos a mantener cada fin de semana el espíritu de los Juegos Cabildo, un programa ejemplar de comportamiento y buenas prácticas deportivas.