8 de marzo: por una igualdad real y efectiva en todos los ámbitos del deporte
Tenerife acogió hace menos de una semana el III Congreso Estatal Mujeres y Deporte que estaba dedicado a la Salud de las Mujeres en el deporte. A lo largo de dos jornadas, numerosas expertas nacionales e internacionales dejaron patente que la representación de las mujeres en los diferentes ámbitos del deporte aún está muy lejos de alcanzar una igualdad real y efectiva, a pesar del aparente avance legislativo en esta materia, que en algunas ocasiones se contrapone con otras normas de aplicación a este sector.
En diciembre del año pasado se aprobaba la nueva Ley 39/2022 del Deporte que establece, entre otras, la obligatoriedad de implementar medidas de protección de la igualdad en el acceso y el desarrollo posterior de la actividad física y el deporte, así como la promoción de la integración igualitaria en los órganos de dirección, gobierno y representación de las entidades deportivas. Y es que, en toda España, solo 2 de las 65 federaciones deportivas cuentan con mujeres en el cargo de presidencia, y en Tenerife, el estudio de «Análisis de situación en materia de igualdad de género de las Federaciones Deportivas con sede en Tenerife», este porcentaje apenas llega al 10 %.
Queda patente la importancia de incrementar la visibilidad de las mujeres en los diferentes ámbitos del deporte: deportistas, juezas, entrenadoras, directivas, gestoras… creando espacios que permitan impulsar las carreras profesionales de las mujeres en ellos.
Entrando a analizar las posibles causas que mantienen esta realidad a día de hoy, no debemos obviar que es una realidad multifactorial:
Por un lado, no resulta fácil para las mujeres vivir del deporte (razones personales, estructurales, culturales…), lo que les lleva a priorizar otros aspectos de su vida y a abandonar antes la práctica deportiva. La dificultad de conciliación de la vida personal y la carrera deportiva es un factor fundamental, que se intensifica si hablamos de embarazo y maternidad. En este sentido, la nueva Ley del Deporte intenta saldar una deuda histórica en lo referente a las deportistas y su derecho a la maternidad considerando nulas de pleno derecho las cláusulas contractuales tendentes a permitir o favorecer la rescisión unilateral del contrato por razón de embarazo o maternidad de las mujeres deportistas. Además, establece que las federaciones deportivas españolas y las ligas profesionales están obligadas a elaborar un plan específico de conciliación y corresponsabilidad. Pero se habla de “mujeres deportistas”, por lo que en el mejor de los casos en el que las mujeres deciden valientemente ocupar puestos técnicos, no se les garantiza el mismo derecho, siendo éste uno de los motivos más comunes para el abandono.
La falta de profesionalización de las mujeres en el deporte les ocasiona múltiples perjuicios, empezando por su propia salud, siendo ésta una de las causas por las que las atletas femeninas tienen tasas más altas de trastornos de ansiedad, depresivos o alimentarios, al verse obligadas a compaginar su vida deportiva con otra actividad laboral o un mayor rendimiento académico. Esto a su vez repercute negativamente en su rendimiento deportivo, quedando demostrado en diferentes estudios científicos que un aumento de cortisol en sangre producido por estos episodios de estrés y ansiedad conduce a un mayor riesgo de padecer lesiones y a un menor rendimiento físico.
Para mejorar esta realidad la nueva legislación estipula la obligatoriedad de garantizar la igualdad de premios en los eventos deportivos que organice, promueva o en los que colabore una administración pública, así como a establecer las mismas primas para las selecciones nacionales masculinas y femeninas. También obliga a las federaciones deportivas españolas y a las ligas profesionales a garantizar la igualdad en las condiciones económicas, laborales, de preparación física y asistencia médica, y de retribuciones y premios entre deportistas y equipos femeninos y masculinos de una misma especialidad deportiva.
Además, a día de hoy sigue existiendo la necesidad de promover estudios científicos específicos en torno al papel de las mujeres en el deporte. Aspectos como la relación entre la menstruación y el rendimiento deportivo es vital para poder romper el tabú aún existente en esta materia. Las jóvenes tienen derecho a que se les expliquen sus beneficios y a entender que conocer su cuerpo es muy positivo a la hora de practicar deporte.
Otra posible causa de la infrarrepresentación de las mujeres en los diferentes ámbitos del deporte reside en su falta de visibilidad. Aludiendo al lema “lo que se ve no existe”, la nueva Ley del Deporte establece que se ha de promover la igualdad en la visibilidad de eventos deportivos en categoría masculina y femenina en los medios de comunicación, estando los medios públicos obligados a programar, en horarios de audiencias equiparables, la retransmisión en directo o en diferido de los eventos deportivos homologables, si se trata de una competición equiparable, ya sea liga, torneo o similar, de hombres y mujeres. Además, en lo que se refiere a la imagen que se proyecta de las mujeres en el deporte, se pone el foco en que la representación mediática de las mujeres esté libre de cosificación sexual y estereotipos sexistas, obligando también a las administraciones públicas competentes a velar por que la indumentaria deportiva no reproduzca estereotipos sexistas o de cualquier otra naturaleza.
No podemos finalizar esta fundamentación sin poner sobre la mesa la situación de vulnerabilidad de las mujeres ante el acoso y abuso en el deporte. La prevención juega un papel fundamental a la hora de identificar las situaciones de acoso y abuso y de concienciar a las mujeres sobre las mejores prácticas para prevenirlos. Resulta clave la formación en prevención de violencia sexual en clubes deportivos y federaciones si se quiere transformar la cultura en el ecosistema deportivo. En este sentido, la nueva Ley del Deporte obliga a las federaciones deportivas españolas y a las ligas profesionales a contar con un protocolo de prevención y actuación ante situaciones de discriminación, abuso o acoso sexual y acoso por razón de sexo o autoridad en el seno de aquellas. Además, deberán ponerlo a disposición de las entidades deportivas que las integran para que sean suscritas por todas ellas, no pudiendo recibir subvenciones públicas si no cuentan con dicho protocolo.
Pero la protección frente a la violencia no es exclusiva de las mujeres, debemos interpelar a toda la sociedad, puesto que afecta a muchos colectivos, especialmente a la infancia y la adolescencia. En el mundo del deporte la mayor parte de las entidades no cumplen con la conocida “Lopivi”, la Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, vigente desde 2021 y que aplica de forma directa al ámbito del deporte en su artículo 16, 47 y 48 sobre la obligatoriedad del deber de comunicación cualificado, los protocolos de actuación frente a la violencia en el ámbito deportivo, la implantación de un sistema de monitorización de los protocolos, designación del Delegado o Delegada de protección y recibir formación específica al respecto. Todo esto es básico para implantar una cultura de protección de los y las deportistas.
Por todo ello, hoy, 8 de marzo de 2023, desde el Área de Deportes del Cabildo Insular de Tenerife queremos reclamar la importancia del compromiso de todas las entidades públicas y privadas que conforman la comunidad deportiva de la Isla para trabajar por una igualdad real y efectiva en todos los ámbitos del deporte.